martes, 27 de noviembre de 2018


Trastorno generalizado del desarrollo

Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) incluyen un grupo de trastornos que afectan el crecimiento de los niños durante los primeros años de vida. Se trata de un conjunto de alteraciones caracterizadas por retrasos en diferentes áreas del desarrollo, como las habilidades para la comunicación y la interacción social que inciden a su vez en las actividades, intereses y comportamientos de los niños. Sin embargo, aunque estos trastornos comienzan en la infancia, sus alteraciones se suelen mantener hasta la edad adulta.

Las alteraciones en el lenguaje es uno de los signos más significativos del TGD, estos niños suelen tener dificultades para mantener un ritmo, tono, volumen y una entonación adecuados a lo largo de una conversación. Además, suelen presentar un vocabulario bastante reducido y estereotipado, por lo que la ecolalias es frecuente. Asimismo, es usual que tengan problemas para seguir instrucciones simples, ya que tienen dificultades para comprender el lenguaje.

El desarrollo del lenguaje está relacionado con la maduración de los sistemas neurosensoriales y motor, así como con el desarrollo cognitivo, afectivo y social, siendo imprescindible que no exista lesión en ninguno de los órganos fono-articulatorios. Los trastornos que se pueden presentar en el lenguaje son variados y pueden afectar a uno, a varios o a todos los componentes o dimensiones del mismo, difieren en su surgimiento, en el pronóstico, en las necesidades educativas que generan y en la respuesta educativa que requieren. 

Estos componentes del lenguaje son:

  • El componente fonológico o fónico abarca el conjunto de sonidos del idioma desde un punto de vista funcional y abstracto. Ello se realiza a través de la organización de los sonidos en un sistema, utilizando sus caracteres articulatorios y la distribución de los contextos en que pueden aparecer.
  • El componente fonético: trata de recoger la información más exhaustiva posible sobre la materia sonora bruta y sus propiedades, tanto fisiológicas como físicas, atendiendo a tres puntos de vista: producción (fonética articulatoria), transmisión (fonética acústica) y percepción (articulatoria auditiva).
  • El componente léxico-semántico corresponde al vocabulario, a la comprensión y el uso de las palabras en dependencia de su significado, y las posibles combinaciones en los diferentes niveles: palabras, frases, enunciados, discursos, que conforman la organización del sistema lingüístico.
  • Morfosintaxis: Componente lingüístico que se ocupa del estudio de las reglas que intervienen en la formación de las palabras y de las posibles combinaciones que estas puedan tener en el interior de las diferentes secuencias oracionales en las que se estructura una lengua.
  • Pragmática: estudia la relación entre el significado del lenguaje (expresado por el contexto interaccional) y su contenido semántico ( manifestado por el acto comunicativo en sí). Se refiere al uso efectivo del lenguaje en cuanto a sus propósitos funcionales de comunicación.
Son diversos los autores que afirman, que encontrar un término específico para clasificar los trastornos del lenguaje, habla y voz es algo complejo, debido a la diversidad de sintomatologías que están en dependencia de los propios individuos que la padecen y la edad de aparición del trastorno. “Puyuelo (2003) desde un ámbito más actual, destaca que la terminología de mayor uso entre los patólogos del lenguaje serían: “alteraciones del lenguaje, retrasos del lenguaje, déficit del lenguaje y alteración específica del lenguaje…” No obstante, Peña (2004) prefiere aunar todas las expresiones para referirse a las alteraciones en la comunicación oral bajo en un único término: “Patología del Lenguaje”

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