Trastorno
especifico del lenguaje escrito: discalculia
La discalculia del desarrollo es un trastorno
caracterizado por dificultades en la correcta adquisición de las habilidades
aritméticas, que afectan de una manera significativa al rendimiento académico o
en las actividades de la vida cotidiana que requieren capacidad para el cálculo
(ej. direcciones de calles, números de teléfono, etc.), y no está causada por
un déficit sensorial o una enfermedad médica. En la escuela, estas dificultades
quedan reflejadas en repetidos suspensos en el área de matemáticas, mientras
que en el resto de asignaturas el rendimiento se sitúa en valores normales.
El término discalculia del desarrollo lo introdujo por
primera vez el psicólogo checoslovaco Ladislav Kosc en 1974 y, desde entonces,
la terminología relacionada con este trastorno del aprendizaje ha ido
creciendo, especialmente en la literatura anglosajona. Términos como “arithmetic learning disabilities”,
“specific arithmetic difficulties”, “specific arithmetic learning
difficulties”, “mathematical learning difficulties”, “mathematical
difficulties” o“arithmetic deficits” han sido ampliamente
usados como términos científicos. Por otra parte, desde el
conocimiento popular se han usado otros términos como la dislexia de los
números o la ceguera de los números. Un aspecto importante a destacar es la
diferenciación entre discalculia y acalculia. Mientras la primera aparece como
trastorno del desarrollo, la acalculia es adquirida, siendo fruto de algún tipo
de lesión y/o trastorno. Por tanto, se manifiesta como la pérdida de una
función que ya había sido adquirida.
En el DSM-V la discalculia se describe en una
subcategoría de los trastornos del neurodesarrollo llamada “trastorno específico
del aprendizaje”. Dentro de esta categoría , se deben especificar todas las
capacidades donde el niño/a tiene dificultades, ya sea la lectura, la expresión
escrita, la aritmética o el razonamiento matemático.
En el caso de la discalculia, la evaluación debe ir
enfocada a evaluar todas aquellas funciones que puedan influir en el
rendimiento en las pruebas de procesamiento numérico y cálculo, con tal de
asegurar que los déficits en el procesamiento numérico y el cálculo no son
consecuencia del mal funcionamiento en otra área sino intrínsecamente
numéricos.
El procesamiento numérico y el cálculo son funciones
complejas, que requieren del correcto funcionamiento de otras capacidades
cognitivas. Las habilidades espaciales, ejecutivas, verbales y menésicas tienen
un peso determinante en la capacidad numérica, por lo que también deben ser
evaluadas. En este sentido, es muy importante asegurar que el cociente
intelectual de la persona evaluada se encuentra en el rango de la normalidad,
así como también poder descartar la presencia de otro trastorno como la
dislexia o el TDA(H), que pudieran explicar las dificultades en procesamiento
numérico y el cálculo.
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