martes, 27 de noviembre de 2018


Trastorno especifico del lenguaje escrito: discalculia

La discalculia del desarrollo es un trastorno caracterizado por dificultades en la correcta adquisición de las habilidades aritméticas, que afectan de una manera significativa al rendimiento académico o en las actividades de la vida cotidiana que requieren capacidad para el cálculo (ej. direcciones de calles, números de teléfono, etc.), y no está causada por un déficit sensorial o una enfermedad médica. En la escuela, estas dificultades quedan reflejadas en repetidos suspensos en el área de matemáticas, mientras que en el resto de asignaturas el rendimiento se sitúa en valores normales.

El término discalculia del desarrollo lo introdujo por primera vez el psicólogo checoslovaco Ladislav Kosc en 1974 y, desde entonces, la terminología relacionada con este trastorno del aprendizaje ha ido creciendo, especialmente en la literatura anglosajona. Términos como “arithmetic learning disabilities”, “specific arithmetic difficulties”, “specific arithmetic learning difficulties”, “mathematical learning difficulties”, “mathematical difficulties” o“arithmetic deficits” han sido ampliamente usados como términos científicos. Por otra parte, desde el conocimiento popular se han usado otros términos como la dislexia de los números o la ceguera de los números. Un aspecto importante a destacar es la diferenciación entre discalculia y acalculia. Mientras la primera aparece como trastorno del desarrollo, la acalculia es adquirida, siendo fruto de algún tipo de lesión y/o trastorno. Por tanto, se manifiesta como la pérdida de una función que ya había sido adquirida.

En el DSM-V la discalculia se describe en una subcategoría de los trastornos del neurodesarrollo llamada “trastorno específico del aprendizaje”. Dentro de esta categoría , se deben especificar todas las capacidades donde el niño/a tiene dificultades, ya sea la lectura, la expresión escrita, la aritmética o el razonamiento matemático.

En el caso de la discalculia, la evaluación debe ir enfocada a evaluar todas aquellas funciones que puedan influir en el rendimiento en las pruebas de procesamiento numérico y cálculo, con tal de asegurar que los déficits en el procesamiento numérico y el cálculo no son consecuencia del mal funcionamiento en otra área sino intrínsecamente numéricos.

El procesamiento numérico y el cálculo son funciones complejas, que requieren del correcto funcionamiento de otras capacidades cognitivas. Las habilidades espaciales, ejecutivas, verbales y menésicas tienen un peso determinante en la capacidad numérica, por lo que también deben ser evaluadas. En este sentido, es muy importante asegurar que el cociente intelectual de la persona evaluada se encuentra en el rango de la normalidad, así como también poder descartar la presencia de otro trastorno como la dislexia o el TDA(H), que pudieran explicar las dificultades en procesamiento numérico y el cálculo. 

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